Como
mamá primeriza el tema de lactancia era totalmente nuevo y desconocido para mí
y tenía temor, pues siempre escuché que algunas mamis no tenían leche y yo no
sabía que me iba a "tocar a mí", ¿de qué depende en sí?, ¿era
cuestión de suerte?
Los
consejos no tardaron en llegar, experiencias de familia y ajenas, me confundían
aún más, por eso me inscribí a las clases pre natales en la clínica donde iba a
dar a luz, queria informarme por alguien capacitado!
Mi esposo y yo asistíamos cada sábado y ya al conocer los innumerables beneficios
de la leche y de dar de lactar, optamos por la lactancia materna
exclusiva. Pues ahora sí sabía que la leche es producida por dos hormonas: la
prolactina y la oxitocina; y no por el cacao o alguna bebida en especial, toda
mamá tiene leche y la estimulación (darle la teta a tu bebé) es lo que la
produce.
Di
a luz por cesárea (esa ya es otra historia) pero igual pude darle mi calostro,
el líquido transparente que es altamente nutritivo y sale antes de
la subida de leche. Pero muy pronto se empezaban a formar
grietas en mis pezones, acompañado de gran dolor; y yo me preguntaba ¿y el
momento sublime que se supone que es dar la teta?, ¿por qué me duele tanto? Mis
heridas me sangraban y mi chini terminaba como Drácula, mientras yo
me retorcía del dolor.
Quería
rendirme, era inmensamente doloroso, yo me asustaba cada vez que mi peque se
levantaba y estuve a punto recurrir a la fórmula, pero gracias a mi
esposo, quien ojo no es nada tacaño, que fue la única
persona quien me apoyo, quien fue mi soporte emocional y confío en
mí, y en mi capacidad de mamá. Sabía que eso era la mejor opción para nuestra
bebé y que yo podía lograrlo.
Así
que comencé a informarme en internet, aún cuando no había toda esta
revolución divina de conocimientos que hay ahora; y la solución a mi
problema, era el posicionamiento, el bendito agarre que yo no había logrado
hacer correctamente, y lo aprendí, sin tener nada que ver el formarme los
pezones como yo pensaba, ojo los pezones no necesitan formarse para dar
de lactar.
Una
vez resuelto esto, todo fue mágico y maravilloso. Hasta que quedé embrazada de
mi segundo amor, Benjamin y empezaron de nuevo los malos consejos,
y decían que debía destetar a Haru, pero esta vez yo ya sabía que no
debía escuchar. Y lo que sí sabía es que si hay una gestación, sin
amenaza de aborto, sí se puede dar la teta con normalidad al bebé.
Hasta logré dar en tándem, o sea a los dos a la vez; ellos se sentían felices,
era un lazo de amor de tres, se miraban y se sentían unidos, y yo más a ellos.
Ahora
que ya nació mi Mayu y que voy casi 6 años ininterrumpidos y
contando, de dar la teta, puedo decirle a las futuras mamis, que se
informen, busquen ayuda en consultoras de lactancia, grupos de apoyo, la Liga
de Leche en su país, en gente que sepa, no todos tiene la información
correcta, chicas no se rindan!!! Nosotras sí podemos, sí tenemos
leche, confíen en su cuerpo, tu bebé sí se llena, no hay nada
que les haga producir leche más que ustedes mismas y mientras más tome su
bebé más leche van a tener.
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Agarre correcto: Nariz y mentón pegados al pecho de mamá.
Boca cubre mayor parte de la areola. |