Sí, yo también tuve la duda, no sabía si mi bebé se estaba llenando con mi leche, la interrogante vino hace 5 años cuando tuve a #Benja, ya tenía a Haru que también lactaba pero me dejé influenciar por los consejos de alrededor, esos que me decían que por el hecho de ser varoncito, comía más... Vaya MITO eh!
Llegando de la clínica, y tras un episodio de incubadora por no adaptarse del todo al medio ambiente, le ofrecía mi pecho para que gane peso lo antes posible. Los primeros días le pude dar calostro antes de estar de alta, con poco entusiasmo y algo débil pero mi chinito se esforzaba por tomar la teta de mamá.
Benja con dos días de nacido, en neonatología insistiendo en amamantarlo. |
Con la condición del Doctor de que tome leche de mamá estábamos en casa, entonces como era posible que le tenga que ofrecer fórmula, su llanto me hacía dudar, porque tal vez no habíamos iniciado correctamente el proceso de amamantamiento y eso hacia que mi leche escaseé. Eso es lo que pensé.
La lactancia a demanda debe ser justo así, libre, sin horarios, sin tiempos y sin mirar el reloj. El error más común es dudar de nosotras, de nuestro cuerpo, nuestra mente nos juega una mala pasada y pueda ser que acabémoslo creyendo. Nuestros pechos están diseñados para dar la cantidad que ellos requieren y la única manera de modular esto, es ofreciéndoles cada vez que lo solicitan, no importa si ha pasado un minuto, cinco o 2 horas, mamá debe estar atenta para cuando nuestro bebé tenga hambre de nuevo.
¿Pero entonces cómo saber que está tomando lo suficiente?
- Ellos solitos se retiran del pecho cuando están llenos.
- Está ganado peso. La mayoría de los recién nacidos pierden hasta el 7% de su peso inicial, pero lo vuelven a recuperar hacia las 2 semanas de vida.
- Moja de 4 a 6 pañales al día y su orina es clara.
- Notas tus pechos más blandos luego de amamantar.
- Durante el primer mes de vida, el bebé hace popó por lo menos tres veces al día.
- Si mueve la cabeza de un lado a otro, obedeciendo a su reflejo de búsqueda del pecho.
- Si abre la boca y saca la lengua como un pajarillo.
- Si mete las manos en la boca para chuparlas.
- Si da cabezazos contra nuestro pecho.
- Si coloca sus labios hacia afuera y succiona ante cualquier contacto corporal.
- A partir de los tres meses ellos piden claramente, se van hacia el pecho de mamá y aprenden a apartar la ropa.
Hacemos que nuestro bebecito se acostumbre al flujo ligero del biberón, el tiempo entre cada toma se alargará, entonces suponemos que nuestro bebé está más LLENO y la realidad es que la leche de fórmula tarda más en digerirse que la leche materna.
A esto se le sumamos la "confusión de pezón", donde la tetina del biberón obstaculice la prendida y no puede retener nuestro pezón dentro de la boca. Ya que ambos procesos de succión son totalmente diferentes.
Todo esto nos dificulta el continuar exitosamente con nuestra lactancia, el pecho ya no está estimulado y podríamos abandonar por completo la lactancia materna. Si requieres ayuda puedes contactar una asesora de lactancia o comunicarte con la Liga de La Leche de tu país.
Benjamin luego de 6 meses de lactancia materna exclusiva a demanda. |
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